sábado, 8 de diciembre de 2007

nóminademielda

Es que trino de mala hostia, pues no recibo la nómina de este mes y va y me entra un ataque de risa. Sí ,eso mismo, una risa paranóica y estúpida, ni yo misma me creía lo que estaba viendo: 634€ más una propinilla unos días después de 80 €, flipante, más una retención del 27%
y
¡¡¡un pedo interior en el cerebro!!!

Muy señores míos, cabezas pensantes de correos, los que estáis en algún lugar de la estratosfera, me podéis explicar por qué la nómina de un@ cartero@, de tan sólo 41 años de edad, es tan mísera. Pero si un puto cortado me cuesta entre 1€ y 1,10€ cuando salgo a las 8,30 de la mañana, "el descanso de la jornada..."Quiero respuestas: me da lo mismo que el señor Rato gane una burrada de euros al mes por trabajar en un banco americano, me da lo mismo, yo sólo quiero que mi sueldo se corresponda con las necesidades actuales de la vida diaria.

Me levanto cada día a las 5,30 de la mañana. Me voy "pal curro", entro a las 7 . Voy conociendo a un montón de gente que tienen dos trabajos para poder mantenerse en la vida.
Yo no quiero una propina.
¡¡¡MIEERDA!!!

Pero para mi tranquilidad mental no pienso desanimarme porque este trabajo me gusta, lo quiero, me hace sentir bien y sobre todo viva.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola lola, cabeza de bola que vende pisos y mira como mola. Soy una mosca cojonera que se mete en tu café con leche, soy esa hemorroide garrapiñada por la diabetes que te martiriza el ojete en Navidad, soy superman en versión bolsillo que te manda un "comment" para boicotearte el blog je je.
Soy un apañero bajito, calvete, con gafas y caspa en las patillas que te sufre cada día. ¿Sabes quien soy?
Para animar este blog tan aburrido voy a explicarte una petita anécdota:
Una vez, en el paseo Valldaura, cuando empezaba, me mandaron a un barrio desconocido para mí. Me tocaba entregar un giro de una pensión. Toqué al timbre, piiiiiiiii, una voz de anciana me contestó y me abrió la puerta. Sexto piso, ascensor estropeado. A partir del tercero me echaba la lengua por detrás de mis hombros como una bufanda para no pisármela. Al llegar a gatas al sexto una amable anciana me abrió la puerta y me condujo a un comedor desvencijado, con varios cadáveres de cucarachas en el suelo que crujían al pisar. Me dijo que esperara, ya que su hermana estaba haciendo "de cuerpo", o sea, cagando. Le gritó a la hermana que estaba esperándola con el giro e inmediatamente sonó una cisterna. Una anciana, con cara de velocidad, con el rostro demacrado por el esfuerzo del sprint, salió del lavabo y andaba como una muñeca de Famosa que se dirije al portal. Pensé que estaría enferma de las piernas pero mi sorpresa fue mayúscula cuando vi que andaba dificultosa porque, en su afán de venir a coger el giro, no se había subido las bragas y las tenía en los tobillos.
Debo añadir, para ser justo con la señora, que de esas bragas se desprendían gruesos cortezones ya que presumo que aquella mujer había colado café con ellas.
Me firmó el giro cogiendo mi boli con unas manos que no se había lavado y que había utilizado para limpiarse un culo que, presumiblemente, estaría rebosante de mierda. Como creo que nos pasa a casi todos los mortales después de ir a jiñar.
Espero que esta bonita e instructiva anécdota haya servido para que pase un buen rato aquél que lea este blog y haya aprendido que para ir a repartir siempre se deben llevar dos bolis por si te sale una abuela con las bragas en os tobillos y sin lavarse las manos.