lunes, 15 de marzo de 2010

NO ES LO MISMO

Hace un día precioso, es el perfecto para repartir. En mi caso es genial, no hace calor con lo que cuando llevo rato repartiendo no empiezo a sudar.

Empiezo a replanterame cosas no de este trabajo, me gusta mucho pero no estoy teniendo la oportunidad de llevarlo hasta el final, quiero decir, que siempre estoy empezando, es cierto, que vas acumulando experiencia y no sales a la calle como el primer día de cartera. Pero cuando empiezas a coger carrerilla o tener fondo...¡¡¡ZAS, en toda la cara!!!

_"al paro, que ya has trabajado lo que te toca".

Es increíble, ahora _"te marchas hasta la vuelta",
pero es que yo quiero ser cartera, me gusta salir a la calle con mi carrito y las cartas para embuzonar, me gusta llamar a los timbres y esperar que me pregunten _"¿quién es?" y responder que _"soy la cartera de correos", me abren la puerta, lo digo vocalizando y con una gran sonrisa y con el tono suave.
Como me gustaría que me lo dijeran a mí.
Hago lo que quisiera recibir.
Me encanta ir por la calle vestida de cartera, con el carrito empujándolo y mirando todo lo que hay alrededor.
Me marco objetivos, esto depende del barrio si es o no dificultoso,
quiero decir que a veces tardan en abrir la puerta de la calle
otras veces ni abren, si el recorrido tiene cuestas o es plano,
no es lo mismo trabajar en la calle Diputación esquina Aribau, que trabajar en la calle Fastenrath con Santa Rosa o estar en la zona de Montbau que estar en pleno centro de Barcelona, no es lo mismo trabajar en una ciudad como Badalona, Hospitalet...que encontrarse en Barcelona ciudad, no es lo mismo trabajar en la zona de la Barceloneta que hacerlo en la zona del Raval, no es lo mismo estar en la calle Mina de la Ciudad que estar en la calle Vilà i Vilà...y supongo que muchísimas zonas.
Todas tienen en común el trabajo en cuestión pero desde luego que cambia el proceso.

No sé si la empresa llega a todo, pero a mí me piden que sí llegue.

LALOLADíxit. HastaLUEGG.

viernes, 12 de marzo de 2010

la espera

Tengo la horrible sensación de llegar tarde.
Siempre pasa igual.
LLego cuando sólo quedan unas cuantas patatas fritas en el plato, algo de bebida. Sólo restos para picar poco. Siempre llego cuando todo está a punto de acabar.
Siempre fuera de sitio. Y lo más triste de todo es que me esperaron durante rato pero hice tarde. La fiesta está terminada.

Sigo intentando en otro lugar, pero pasa parecido, llego cuando ya casi ha terminado.
Ese casi es feo, me queda un regusto extraño de que podía haber participado del resto, y no lo hice, puede que estuviese haciendo otra cosa y no quise darme prisa para llegar pronto.
Tengo que ser sincera conmigo misma, si todo está acabado sólo hay una razón: "miro a otro lado, eso no iba conmigo". No es cierto. No me dió tiempo a llegar, o no pude llegar antes, o me dió miedo... siempre estoy esperando, no sé a qué, pero lo hago y me quedo paralizada, me digo a mí misma que soy muy perra. (todo son excusas).

Hace pocos días escribí a una amiga pidiéndole que me dijera por qué debía dibujar de nuevo. Por qué.
Me escribió diciendo: porque te gusta.
La contestación sencilla pero razonable, llevo varios días acercarcándome, pero sólo eso, acercándome a la idea, como si con ello ya fuera suficiente.

Lo mismo pasa con todo, cuando reacciono, entonces ya se ha acabado.
Me queda un regusto sucio, el estómago revuelto, pero lo que sí llega a tiempo son las ganas compulsivas de comer, de llenar mi insatisfacción, de llenar el agujero interior.

Estoy sin trabajar desde el día 30 de noviembre, es la última vez que me llamaron de Correos y esta noche he soñado que me encontraba en un distrito de Barcelona con el carro preparado y la hoja de recorrido a punto, para empezar.

LALOLADixit