martes, 21 de octubre de 2008

¡¡¡bueenoos dííías, Anaís!!!

De aquí a pocos días se habrá acabado mi periodo GESTACIONAL FORZOSO, no importa, mi ego interior necesita conocer nuevos sitios, nuevas personas, otras olores y seguir descubriendo a mis apañeros.
Porque en todas partes existen, son tan peculiares, unos especímenes localizables y tangibles.


En mi último destino dí de narices con uno apestoso, jodío, de una olor ofensiva: meao de gato peleao. Horroroso. Un día tras otro, más otro día, y otro más. Hasta final de contrato: 30/9/2008. Una figurilla, a mi manera de sentir, irritante, sin gracia alguna (aunque él estaba convencido de lo contrario). Admito que no me gustaba nada y lo encontraba cansino, pero lo de la olor es cierto.

Menos mal que mis cartas se impregnan del tacto y mi manoseo. A veces me quedo alucinada mirando una carta ,o bien, un folleto, por DEFORMACION PROFESIONAL, me interesa el aspecto que tienen, la letra del remitente, las huelo. Las cartas dicen muchas cosas del que las envía. Luego soy la encargada de hacerlas llegar a su destino.

Mis cartas vienen conmigo hasta su misma portería, las introduzco en el buzón. Nos decimos adiós: encantada de conocerte. Y así, consigo hacer llegar un poquito de mí a cada zona a la que tengo que ir. En mi bolso de correos llevo todo un arsenal: celo, "rotu" indeleble, etiquetas blancas bloc de notas, para indicar del error si la carta no ha ido a parar a su destino.

Me sienta bien este trabajo, sigo siendo Lalola, la que anda sola por Barcelona, sin armar follón.

Cuando llame a tu puerta sabrás que soy yo.

DIXIT LALOLA: ALEA JACTA EST.