miércoles, 19 de diciembre de 2007

...por qué esas flores raras, crecen en las aceras...

Lo que más me alucina del trabajo de cartera es el contacto con la gente, poder hablar con ellos o simplemente hacerles entrega de compañía, aunque sea muy fugaz.

Llevo un año en este oficio, muy poco comparado con los veteranos, pero empiezo a tener lo que me identifica con ellos: el trato personal y especial que podemos transmitir a nuestros destinatarios.

Esto se notaren el primer momento, cuando sales a la calle por primera vez. Me acuerdo de mi sensación, de lo muy fuerte que llevaba cogido el carro y lo extraño que todo me parecía. Pensé que no me iba ha gustar nada lo de llamar a los timbres, pero no fue así. Por extraño que parezca, me remonto a mi infancia, tocar los timbres y llamar a los pisos. Me hago oir.

Pues, claro que el trato con la gente es especial, con aquellos que te miran y te ven, los que te saludan, los que te sonríen y te esperan para abrir la puerta, me emociona ,me hace sentir viva.

Mañana me espera un nuevo día, cada día es distinto al anterior, porque las cartas nunca son las mismas.

HastaLUEGG. MadeinLALOLA

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