sábado, 15 de agosto de 2009

el prejuicio

"Tiene la boca desdentada, es un saco de huesos, los nervios se le apelotonan en su minúsculo cerebro. Para mí que tuvo líos con las drogas."

No me gusta nada. Hace comentarios groseros y bastante deplorables sobre las mujeres. En especial de las que somos gordas. Tío, que mejor te calles, que poco puedes hablar, eres cartero como yo cartera, si me tienen que dar un certificado, y ese alguien eres tú, llamo a Correos para hacer saber que la pinta que gastas es cuestionable.

Seguro que eres un hacha del embuzonamiento, ¿?, siempre llegas de los primeros, o el primero, a la cartería. A mí plim, y a los veteran@s del lugar se la repampimflan, porque para mi forma de ser, lo que me importa es el contacto humano. Una cierta complicidad, una sonrisa siempre a punto: pero alguien completamente desdentado, no puede sonreir cuando por su boca salen sandeces y estupideces. Cuando no ilumina ni con sus ojos: son de un bonito color azul pero estan apagados como su triste cerebro.

El prejuicio me hace escribir de esta manera, sobre aquel que hace burla dañina sobre mi cuerpo, sobre las mujeres sobradas en carne pero no por ello menos persona. El prejuicio sobre el que hace comentarios soeces de cualquier tipo y los secuaces de su alrededor que tanto ríen sus ocurrencias. La mayoría hombres, la mayoría de ellos con mujeres sobradas, GORDAS, que eran delgadas, con lunarcitos en el cuello.

El viernes se marchó a otro distrito, era cedido. Vaya con la cesión.

LALOLADixit

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