miércoles, 16 de julio de 2008

Tucanes

No recuerda si era una tienda de animales o un veterinario, el caso es que se quedó prendada.

Tampoco recuerda si lo había leído o se lo habían contado- pero sabía que se comunicaban entre sí con un graznido que sonaba a "iieeeego".

Nadie esperaba que mirara fijamente al tucan y muy seria, le dijera "diego... diiiieeeeggooo!".El tucan se alborotó y le respondió escandalosamente, ante el regocizo de ella y el sonrojo de la persona que -tampoco lo recuerda-se lo dió en adopción o se lo vendió.

Habían pasado más de diez años cuando el Tucán, que se había ido convirtiendo en persona, le dijo que se iba.

Fue triste verle en la puerta, con su maleta preparada -me voy a Valencia, a trabajar en una asesoría- dijo.

Había crecido y quería conocer mundo. Vivir su vida.


2008 Zoref - eldiariodeuncontable
(basado en una historia de laLola)

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