sábado, 1 de mayo de 2010

cuando ya no estuve

Con el sol de compañero y el carrito de compañía, sigo mi recorrido hasta lo alto de la colina.

El autobús de barrio pasa a menudo, siempre muy lleno. Gente que llega hasta lo alto del barrio para seguir con sus cosas.

Ese repecho final de tantos apretones de gas de tanto ruido de caras con el esfuerzo de llegar hasta lo alto. Lo subo una y otra vez, tomo carrerilla, llego hasta el 132, bajo por el 130, 128, 126, 124, cruzo al 137-139 y de nuevo paso al 122, 120 aquí hay un bar, Remedios, que se llama así, me abre la puerta de la portería. Es muy pequeña. Sigo bajando y cruzo de nuevo al 127 vuelvo a cruzar al 112, que la portería siempre está abierta y otra vez paso al 127 bis, aquí tengo mi carro esperando seguir la ruta de bajada.

Esta vez el cansancio al acabar la jornada ha estado compensado.

Disfruto, eso es, disfruto de mi esfuerzo de las cosas que veo de la gente con la que me cruzo, disfruto de las personas de otros lugares del mundo. Me siento tan viva, tan llena de cosas por hacer. La satisfacción de reencontrarme en mi sitio. Todo es casi perfecto: he estado un mes en esta zona y ayer me dí cuenta que después de cuatro años en este oficio, empiezo a sentir que entiendo mi trabajo lo que debo de hacer y cómo puedo seguir puliendo mi forma de hacer. Pero esto se termina, sólo oigo decir que no vamos a tener continuidad, que ésto se acaba, que he llegado tarde a correos.

Esperar es lo que me queda estar en retaguardia. Esperar mi nuevo destino a otra parte de Barcelona, porque yo quiero seguir en este trabajo, lo estoy viviendo intensamente, notando cómo mi cerebro va haciéndose a la mecánica. Para mí, lo mejor de todo es que no me aburro nunca ni cada día es igual. Todo tiene sentido.

He conocido gente muy joven: Meritxell y Sara. Trabajadoras hasta el fondo del tuétano. Encantadoras y con muchas energías. He conocido a Sara " la Polvorilla", joven también, pero de culo inquieto y muy nerviosa. Me he reencontrado con Merche, mujer fantástica y buena, nos conocimos hace cuatro años y ella lo tiene siempre presente. He estado con Encarna, nos conocimos en el distrito 11-15 tenemos de amiga en común a Emi. Me ha hecho sentir muy a gusto (CACHO CARNE, ¿SIII?), he conocido a Rafi, Rosalía, Núria (gracias)...y a más compañeros del distrito 32.

Pero lo mejor de todo es que he estado conmigo misma, dándome yo, ofreciendo lo que tengo, enriqueciéndome cada instante. Otra de las cosas que más me gusta es oir mi voz, es definida, alta y clara, a veces muy contundente: BON DIA, LA CARTERA DE CORREOS, EM POT OBRIR LA PORTA? GRÀCIES. Siempre digo que este trabajo me gusta porque hago realidad un sueño: llamo a todos los timbres. Y cobro por ello. Sí, me levanto temprano a la 5:30 de la mañana, entro a las 7.

LALOLADixit: HASTALuegg.

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