viernes, 12 de marzo de 2010

la espera

Tengo la horrible sensación de llegar tarde.
Siempre pasa igual.
LLego cuando sólo quedan unas cuantas patatas fritas en el plato, algo de bebida. Sólo restos para picar poco. Siempre llego cuando todo está a punto de acabar.
Siempre fuera de sitio. Y lo más triste de todo es que me esperaron durante rato pero hice tarde. La fiesta está terminada.

Sigo intentando en otro lugar, pero pasa parecido, llego cuando ya casi ha terminado.
Ese casi es feo, me queda un regusto extraño de que podía haber participado del resto, y no lo hice, puede que estuviese haciendo otra cosa y no quise darme prisa para llegar pronto.
Tengo que ser sincera conmigo misma, si todo está acabado sólo hay una razón: "miro a otro lado, eso no iba conmigo". No es cierto. No me dió tiempo a llegar, o no pude llegar antes, o me dió miedo... siempre estoy esperando, no sé a qué, pero lo hago y me quedo paralizada, me digo a mí misma que soy muy perra. (todo son excusas).

Hace pocos días escribí a una amiga pidiéndole que me dijera por qué debía dibujar de nuevo. Por qué.
Me escribió diciendo: porque te gusta.
La contestación sencilla pero razonable, llevo varios días acercarcándome, pero sólo eso, acercándome a la idea, como si con ello ya fuera suficiente.

Lo mismo pasa con todo, cuando reacciono, entonces ya se ha acabado.
Me queda un regusto sucio, el estómago revuelto, pero lo que sí llega a tiempo son las ganas compulsivas de comer, de llenar mi insatisfacción, de llenar el agujero interior.

Estoy sin trabajar desde el día 30 de noviembre, es la última vez que me llamaron de Correos y esta noche he soñado que me encontraba en un distrito de Barcelona con el carro preparado y la hoja de recorrido a punto, para empezar.

LALOLADixit

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